COVA MULET

La Cova Mulet, situada en la vertiente este de la Punta de Moraira y muy próxima a la conocida Cova de les Cendres, es un yacimiento prehistórico que remonta su ocupación al Epipaleolítico, entre el 10.000 y el 6.000 a.C.. Su nombre procede de su descubridor, miembro del Grup Espeleològic de Gata, y aunque se trata de un yacimiento de escasa entidad, constituye un testimonio valioso para entender la vida de las primeras comunidades de cazadores y recolectores que habitaron la costa de Moraira.

El registro arqueológico conocido es reducido y procede en gran parte de una referencia bibliográfica (VARIA II, 1983), donde se describía la cueva como un asentamiento mesolítico con una industria atípica. Entre los materiales recuperados, actualmente conservados en la Colección Museográfica Municipal de Gata, se encuentran principalmente esquirlas de sílex. La mayoría parecen corresponder a fracturas de origen natural, aunque se han identificado algunas piezas con retoques intencionales, lo que sugiere cierta actividad humana. A estos restos líticos se suman fragmentos de malacofauna, asociados a los niveles de ocupación.

El contexto cronológico y ambiental en el que se sitúa la Cova Mulet resulta de gran interés. Tras la última glaciación de Würm, la línea de costa estaba todavía entre 10 y 13 kilómetros más alejada que la actual. En este marco, las comunidades humanas de finales del Paleolítico y del Epipaleolítico practicaban la caza y la recolección, utilizando herramientas de sílex y hueso, aunque la mayoría de utensilios en materiales perecederos no se han conservado. Ya en los momentos más templados del Epipaleolítico, cuando el litoral adoptaba un perfil similar al actual, estos grupos siguieron desarrollando una economía de cazadores-recolectores, pero adaptada a las nuevas circunstancias ambientales.

Aunque los restos de la Cova Mulet son escasos, su relación espacial y cronológica con la cercana Cova de les Cendres permite trazar una continuidad en la ocupación humana del territorio. Mientras que en las Cendres se documenta una larga secuencia que abarca desde el Paleolítico Superior hasta la Edad del Bronce, la Cova Mulet aporta un testimonio puntual de las primeras comunidades epipaleolíticas, ampliando la visión de cómo se pobló la costa de Moraira en la prehistoria.