La época romana en Moraira, que abarcó desde el siglo II a.C. hasta el siglo V d.C., trajo una profunda transformación en la vida de la región. Con la llegada de los romanos, los asentamientos y el lugar de Moraira se integraro en el vasto Imperio Romano, beneficiándose del desarrollo de infraestructuras, como caminos, puentes y villas rurales. La agricultura experimentó un notable crecimiento, con la introducción de nuevas técnicas y cultivos, como la vid y el olivo, que marcaron el paisaje agrícola de la zona.
El comercio marítimo también floreció durante este periodo, y el puertos naturales como el de Moraira se utilizarían para la exportación de productos locales, como aceite, vino y salazones. Las villas romanas en la zona, algunas descubiertas en excavaciones cercanas, demuestran el alto nivel de vida de la élite romana asentada en la región. La influencia romana en Moraira no solo se reflejó en la economía, sino también en la cultura y las costumbres. El latín se estableció como la lengua dominante, y las prácticas religiosas romanas, junto con el culto a los dioses romanos, se integrarían en la vida cotidiana de los habitantes.
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
LIBROS RECOMENDADOS