SAN BLÁS Y LA CANDELARIA – 2 Y 3 DE FEBRERO


En los primeros días de febrero Moraira , al igual que en muchos de los pueblos de España, se ha venido celebrando dos fiestas tradicionales, “La Candelaria” (el 2 de febrero) y “San Blás” (3 de febrero). Son fiestas heredadas de nuestros ancestros. 

La Candelaria tiene su origen en la conversión al cristianismo de una fiesta pagana de purificación, pues en ella se bendicen las candelas que se iban a necesitar durante todo el año, también se dice que se trata de una fiesta del tiempo, ya que febrero era el momento para prepararse para un nuevo ciclo ecológico con el final del invierno, la llegada de la primavera y por lo tanto de un año nuevo. Esta fiesta del tiempo se celebraba de una u otra forma todas las culturas ancestrales, y que se aglutinaron en esta fiesta. Los dichos de La Candelaria que se refieren al carácter del tiempo, como a pronosticó meteorológico, son dos ideas fundamentales si llora (llueve) o si ríe (se representa soleado). «Si la Candelaria llora ya está el invierno fuera; pero si echa a reír, el invierno está por venir” “Y si no ha nevado y quiere nevar, invierno por comenzar”.

Además, a principios de febrero, los días ya tienen una hora más, como recuerda el refranero (por San Blas, mañana día 3, una hora más), y las gélidas noches de enero, que suelen ser despejadas, se van acortando. Por eso la Candelaria marcaba el momento de volver a sembrar los campos, después de dejar atrás la primera mitad del invierno, más fría y oscura. Pero había que estar seguro antes de sembrar. 

La versión cristiana se fundamenta en que según de acuerdo con una ley mosaica (Moisés), cuarenta días después del nacimiento de un niño había que llevarlo al Templo para su presentación al Señor y proceder a la purificación de la madre y así, como era costumbre, fueron María y José al templo y llevaron a Jesús encendiendo velas como homenaje, por ello la iglesia católica celebra el día 2 de febrero la Virgen de la Candelaria (Purificación de Nuestra Señora en el templo, cuarenta días después del nacimiento de Cristo), encendiendo velas (candelas) a la medianoche como símbolo de purificación y se ofrece a los niños nacidos en ese año a la virgen en el templo”.

San Blás, se celebra al día siguiente, el 3 de febrero, y según la tradición y las fuentes históricas, San Blas fue médico y obispo de Sebaste (Armenia). Era conocido por su don de curación milagrosa. Salvó la vida de un niño que se estaba asfixiando al quedársele una espina de pescado en la garganta. De ahí el origen de tenerlo como patrón de enfermedades de la garganta y laringólogos. A San Blás se le venera mediante la celebración de un oficio religioso durante el cual se le ofrecen dulces que quedan bendecidos: Rollos y Damas. Estos dulces bendecidos tienen propiedades curativas, ya que su consumo protege de los males de garganta. Las Damas de San Blás son una muestra gastronómica muy local que siguen horneando con forma de “Dama o mujer”, amas de casa en sus casas y se deben a esta costumbre heredada.